Que seas tú o tú. El quid de la cuestión.
Que mis devanaduras se resuman a un elemento
como si de «Diez Negritos» se tratase.
¡Mierda con la latencia!. Se nota, pero se acalla tan fácilmente,
dominarse a uno mismo cuesta,
pero cuando lo consigues es mecánicamente fácil.
Conozco a desidia, la he visto en el espejo muchas veces,
la he sentido andar por la casa, pero sé que se va temprano.
La añoranza de lo que nos revolvía antaño,
¿será instinto de supervivencia?